Una lección para los saltillenses

El Obispo de los migrantes indocumentados.

Por Armando Navarro Gutiérrez.

Si pasa por Saltillo, no olvide visitar al Obispo de los migrantes indocumentados, monseñor, Raúl Vera López. Éste hombre de tez blanca y estatura regular (1.65 metros) se ha erigido como el salvador de los indocumentados que pasan por Saltillo.

Sepa usted que en ésta ciudad se han cometido serios atropellos en contra de nuestros hermanos inmigrantes procedentes de Sur América.

Recuerdo que en cierta ocasión, algunos de ellos fueron baleados por militares que estaban de guardia en la estación del ferrocarril. Al parecer los militares estaban drogados y su estado inconveniente fue la causante de arremeter en contra de los viajeros que iban de “mosca” en los vagones del FFCC.

Ante estos hechos, el Obispo Vera López, originario del estado de Guanajuato y egresado de la Facultad de Ingeniería de la UNAM antes de entrar al sacerdocio, elevó su voz, en protesta por éstos acontecimientos.

Pero su reclamo no quedó ahí. Con ayuda de otros párrocos, puso una estancia para los jóvenes migrantes donde se les da asistencia, comida y servicios médicos a quienes lo solicitan.

UNA HISTORIA CONMOVEDORA

En cierta ocasión, en la Catedral de Saltillo, estaba el Obispo en referencia ofreciendo una misa para dar gracias al creador el día de su nacimiento, cuando en plena homilía, Raúl Vera pidió a la comunidad católica, que precisamente en ese día que se conmemoraba el nacimiento del niño Jesús se diera cobijo a un matrimonio de indocumentados.

A la petición del Obispo siguieron largos momentos sin que nadie dijera, ésta voz es mía, y ofrecer su hogar en esa noche que debiera ser de solidaridad con los demás seres humanos y más aún con quienes estaban en desgracia lejos de su tierra.

Pasado algún tiempo, por fin una familia altruista se ofreció dar cobijo a ese matrimonio de indocumentados que pasaba por Saltillo y cuya mujer por lo que dijo el cura, debía tener un avanzado embarazo.

Cual fue la sorpresa de todos los presentes que los migrantes a los que se refería el Sr. Obispo no eran otros que las figuras de María y José que como cada año se hace entrega para su resguardo a una familia de saltillenses, y que en otras ocasiones se hacía como un reconocimiento no al altruismo sino a la posición económica de los agraciados.

Pues bien, ésta fue una lección que quedó en la memoria de los saltillenses a quienes les quedó claro que decirse cristianos y ser cristianos son dos cosas muy distintas.

Por ello en homenaje a la labor humanista a favor de los migrantes y en especial de los indocumentados que pasan por México, es que desde éste espacio pedimos a nuestra comunidad que nombremos al OBISPO RAUL VERA LOPES COMO EL OBISPO DE LOS MIGRANTES.

Y que Dios nos lo conserve por muchos años.

Atte.

Armando Navarro Gutiérrez

Director de migración-latina.blogspot.com

Sucedió en Saltillo

Destroza tren a un migrante

Hombre deja de existir en el patio del ferrocarril tras minutos de agonía
Por: Sally Aguayo
30-Julio-2008

En mil pedazos acabaron los sueños de un indocumentado cuando en busca de llegar a suelo americano, cayó de los vagones de un tren siendo mutilado por la bestia de acero.

La terrible muerte que encontró el hombre de entre 30 y 35 años, tuvo lugar en los patios del ferrocarril en Salazar y San Lorenzo en el tramo conocido como Topos, a las 07:04 horas.

El centroamericano dejó de existir luego de algunos minutos de agonía en los que,según testigos, el hombre con un leve gemido solo pedía ser ayudado; lamentablemente falleció cuando llegaron los paramédicos al lugar.
La víctima, junto con un migrante más, se encontraba en la parte superior de las tolvas que jalaban las máquinas 4581 y 4042 de la empresa ferroviaria KCS.

El monstruo de acero, que estaba al mando de los maquinistas Modesto Sifuentes Victorino y Ricardo de Anda Encinos, procedía de la Ciudad de México y tenía como destino Nuevo Laredo.

A los patios del ferrocarril llegaron las máquinas cuando el reloj marcaba las 07:04 horas y desde la base, José Almaguer Cedillo y José Guadalupe Leija, empleados del área de vigilancia, lograron ver comos se aproximaba.
“Nosotros estábamos en la base, marcamos la hora de llegada de la máquina, eran las 07:04 horas, sí alcanzamos a ver como por arriba de las tolvas había dos bultos, pero no distinguimos bien de qué se trataba y no le dimos importancia”, dijo Almaguer Cedillo, empleado.

Él mismo continuó narrando que al ver a las dos figuras arriba, lograron apreciar cómo una de ellas cayó entre los vagones del tren y desapareció entre el estridente ruido de la máquina, mientras la otra figura seguía erguida.

“Cuando pasó el tren, vimos algo en las vías, le dije a mi compañero que fuera a ver y él caminó, la máquina no se paró, así que mientras José caminaba, me grito que había una persona sin vida”, dijo José Guadalupe Leija.

Ante la atroz noticia, Guadalupe Leija llamó de inmediato a la base para informar a sus superiores de los hecho; y, al aproximarse tratando de socorrer al hombre, lograron escuchar los gemidos de ayuda que desprendía de sus labios el inmigrante.

“Nunca me había tocado nada similar en los cuatro años que llevo trabajando aquí, es común ver a los centroamericanos arriba de los vagones, pero jamás había visto la muerte tan de cerca, es en verdad algo escalofriante cómo en cuestión de segundos, la ilusión de alguien quede destrozada”, mencionó José Guadalupe Leija.

La muerte del individuo reunió en el lugar a curiosos de los sectores San Miguel y San Lorenzo, así como a elementos de la Policía Municipal, Estatal y policletos, quienes llegaron al lugar.

Posteriormente arribó al sitio el Agente Investigador del Ministerio Público Alejandro Orta Dávila y el médico legista Alejandro Reséndiz, junto con peritos de la PGJE.

Mientras los funcionarios de la PGJE realizaban su trabajo, colonos de los sectores San Miguel y San Lorenzo, externaron su inconformidad ante la inexistencia de un puente peatonal para conectarse entre ambos sectores.
Manifestaron que cada día corren el riesgo para cruzar y éste se vuelve mayor ante la falta de un puente para hacerlo.

Una de las vecinas señaló que ella logró ver cuando los dos migrantes venían arriba de la tolva del tren y que a la víctima se le cayó un tenis, por lo que agacharse el hoy occiso pedió el equilibrio.

“Yo estaba barriendo vi cómo iba arriba y cuando se agacharon, uno de ellos cayó, se metió entre los dos vagones, me asusté mucho”, dijo la mujer.
Hasta el momento se desconocen los datos de la víctima.